El Apocalipsis

"El Apocalipsis" de San Juan (en griego antiguo, Ἀποκάλυψις Ἰωάννου Apok lypsis Io nnou 'Revelaci n de Juan'), tambi n conocido como el libro de las Revelaciones, es el ltimo libro del Nuevo Testamento y de la Biblia cristiana. Tambi n es conocido como Revelaciones de Jesucristo por el t tulo que al principio se da a este libro (Ἀποκάλυψις Ἰησοῦ Χριστοῦ) y, en algunos c rculos protestantes, simplemente como Revelaci n o Libro de las revelaciones. Por su g nero literario, es considerado por la mayor a de los acad micos el nico libro del Nuevo Testamento de car cter exclusivamente prof tico. El Apocalipsis quiz s sea el escrito m s rico en s mbolos de toda la Biblia. La cantidad de s mbolos, eventos y procesos complica la tarea de interpretar la totalidad del texto y, como tal, ha sido objeto de numerosas investigaciones, interpretaciones y debate a lo largo de la historia. La coincidencia de este nombre con el de Juan el Evangelista y el autor de otros escritos del Nuevo Testamento es en gran parte la raz n por la cual se atribuye el libro de manera tradicional al ap stol San Juan (a quien se le atribuyen tambi n el cuarto Evangelio y tres cartas: 1 Juan, 2 Juan y 3 Juan). Sin embargo en el Apocalipsis, el autor solo menciona su nombre, sin identificarse nunca con el mismo ap stol Juan de los Evangelios, o que se trate siquiera del mismo autor de los otros escritos atribuidos al ap stol. La mayor a de los Padres de la Iglesia primitiva, o Padres Apost licos, como san Pap as, san Hip lito, san Ireneo, san Policarpo o san Justino y otros m s, afirmaban que el autor de este Libro inspirado era el propio Evangelista, disc pulo del Se or; en el a o 633 el IV Concilio de Toledo intentando despejar la duda creada reci n a partir del ltimo tramo del siglo III, cuando ya no viv a ning n disc pulo que hubiese tratado o conocido al autor del Cuarto Evangelio, afirm que el Apocalipsis era obra del Evangelista y que deb a tenerse por obra divina y ciertamente can nica, fulminando la excomuni n para quienes lo negasen. De manera tal que la Iglesia Cat lica considera normalmente al Libro como de la autor a del Ap stol Juan, el mismo llamado Evangelista, que se trata de un libro divinamente inspirado y que forma parte de las Sagradas Escrituras que deben ser cre das con fe cat lica. De cualquier manera, una corriente dentro de las investigaciones modernas suele agrupar los escritos atribuidos a Juan y algunos llegan a afirmar que pertenecen a una supuesta comunidad denominada "jo nica". Esta postura no indicar a necesariamente la autor a directa del ap stol Juan, pero s que una comunidad ya sea fundada por l o fuertemente influenciada por l, ser a la que generar a estos documentos (Hahn, 2001). As , sostiene que, aunque Juan no hubiera escrito de pu o y letra el Apocalipsis, ser a como si lo hubiera hecho a trav s de esta comunidad. Adem s, piensan que asignar como autor de las obras a un personaje de renombre era com n en la tradici n de la literatura apocal ptica, no para darle un cr dito extra aunque falso a la obra, sino porque de hecho el autor verdadero se identifica plenamente con el personaje que se marca como autor de la obra (Vanni, 1982: 18-19).